Sobre LA Ley john lewis Every Child Deserves a Family
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¿Qué hace?
La Ley John Lewis Every Child Deserves a Family (“Every Child”) prohibiría a los proveedores de servicios de bienestar infantil financiados con fondos federales discriminar a niños, familias e individuos por su religión, sexo (incluida la orientación sexual y la identidad de género) y estado civil. También garantiza que los niños y jóvenes en hogares de crianza reciban la atención culturalmente competente y que afirme su identidad que merecen.
En otras palabras, la Ley Every Child garantiza que ninguna agencia de adopción o cuidado de crianza financiada por los contribuyentes pueda rechazar a posibles padres calificados o maltratar a los niños en cuidado de crianza por quiénes son, a quién aman o en qué creen.
¿Por què eso importa?
Con más de 368,000 nińos bajo cuidado de crianza en EE. UU. y más de 18,000 que envejecen fuera del cuidado cada año, existe una necesidad urgente de hogares seguros, amorosos y calificados para los jóvenes bajo cuidado. Pero en muchos estados, todavía es legal rechazar a posibles padres calificados solo porque son LGBTQ+ o pertenecen a una minoría religiosa, a pesar de que los padres LGBTQ+ tienen siete veces más probabilidades que los padres no LGBTQ+ de acoger o adopter niños. Al prohibir la discriminación en el bienestar infantil, la Ley Every Child aumenta el número de hogares de crianza y adoptivos disponibles para los jóvenes en cuidados de crianza, para que puedan tener la mejor oportunidad posible de encontrar un hogar seguro y amoroso.
Pero eso no es todo.
1 de cada 3 jóvenes bajo cuidado de crianza se idenitifica como LGBTQ+, lo que significa que hay una sobre representación de jóvenes LGBTQ+ bajo cuidado de crianza, a menudo porque su familia ya los ha rechazado por su identidad. No poder acceder a servicios de afirmación de identidad o ser ubicados con familias que rechazan explícitamente sus identidades da como resultado que estos jóvenes reporten tasas mucho más altas de maltrato en el sistema de cuidado de crianza que sus contrapartes no LGBTQ, y a menudo tienen peores resultados. De hecho, según la American Association of Pediatrics, incluso tener leyes discriminatorias contra los jóvenes LGBTQ+ ha demostrado ser “peligroso para [su] salud socioemocional y puede tener consecuencias para toda la vida.”
Al exigir que los servicios de bienestar infantil y la capacitación del personal financiados con fondos federales afirmen las complejas identidades sociales de los jóvenes bajo cuidado, garantizando que encuentren familias que reflejen o afirmen sus identidades y exigiendo la recopilación de datos sobre los jóvenes LGBTQ+ bajo cuidado, la Ley John Lewis Every Child Deserves a Family promueve el bienestar y la seguridad de los niños y jóvenes en hogares de crianza.
¿Como puedes ayudar?
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